Estaba en el equipo de sus sueños, con profesionales del más alto nivel a los que considera amigos, tenía un contrato que le garantizaba muchísima estabilidad y, sin embargo, para Marc Márquez algo no funcionaba y decidió arriesgar.
Fue entonces cuando abandonó Honda y se pasó a Ducati, pasando de ser número uno en una estructura oficial, a ser un nuevo participante en un equipo ‘satélite’ en el que todo estaba por demostrar. Y lo hizo, al ganar el campeonato de MotoGP en Tailandia en su año de debut.
Para Marc Márquez fracaso es no intentarlo.
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